Antonio Fernández Vargas, el abuelo de Busquístar, ha fallecido. Él nació en 1924 y con el paso de los años se ha convirtió en el hombre más longevo de su pueblo alpujarreño. Antonio, el recordado Antonio, tenía el carnet de conducir en activo desde el año 1965. Pese a su avanzada edad se mantenía muy activo y, entre sus pasatiempos preferidos se encontraba la escritura, la poesía, los sainetes y los viajes con su mujer Dolores Ortega por La Alpujarra y otras zonas conduciendo su propio coche, un Fiat Uno, también con buena salud y muchos años. Antonio era un conductor muy responsable. Era la envidia de sus colegas de Busquístar. Pocas personas podían presumir de contar con un historial de conducción tan impecable. Antonio era todo un ejemplo de humildad, trabajo y dedicación a su familia y amigos. Los veranos los pasaba en Busquístar. El cerezo de la puerta de su casa le proporcionaba un fruto exquisito.
El abuelo de Busquístar hablaba con lucidez. Con respecto a su vida, hace varios años relataba que sus padres, Federico y María tuvieron 7 hijos. «Yo nací el primero ellos en 1924. Dos de mis hermanos ya no están con nosotros. Solo pude ir a la escuela 4 meses porque estalló la Guerra Civil y todo se fue al traste. Cuando cumplí 7 años comencé a ayudar a mis padres guardando cabras y ovejas y una burra. Las cabras nos proporcionaban la leche, las ovejas la lana y la burra el acarreo de las cosas del campo», recordaba perfectamente Antonio Fernández sentado en un banco.